Hola

Yo se que no hemos hablado mucho en estos días, y mucho menos en el pasado, cuando, por así decirlo, fuimos compañeros. Siento que es una lástima, ahora ya no tiene importancia. 

Y puede sonar tonto, pues ahora hablar acerca de mal timing (creo yo) no tiene sentido; pues yo en ese tiempo estaba por una transición importante en mi vida, y a pesar de todo, fueron los mejores años de mi vida. Nunca, en esos meses tuve siquiera una pizca de tristeza, pero cuando me acuerdo, puedo asegurar que pudieron ser mejores, y más felices de lo que pude imaginar. 

Me atrevo a decir que llegaste a mi vida de manera fugaz, solo una compañera más, y nunca te presté atención. A veces llegué a pensar que eras alguien especial (en el buen sentido) y muy segura de ti misma, especialmente en tu exposición de taller de lectura y redacción. Los dragones. Hasta te disfrazaste de uno.

¿Te puedo preguntar algo? No recuerdo la exposición de alguien más en el salón, realmente no me atraparon como lo hizo tu trabajo. Puedo asegurar que trabajaste demasiado, pues me gustó muchísimo. No la aprecie en el momento, lo debo de admitir. Noté que dominaste los nervios (si llegaron a existir), de una manera admirable, sin igual. Yo no lo hubiera hecho igual.

A veces llego a lamentarme porque prácticamente nunca te hablé, a pesar de que me hubiera encantado hacerlo.

Continuando con las confesiones, creo que es momento de que sepas que he llegado a hablar con uno de tus amigos acerca de ti, a pesar de que lo que me llegó a decir, no lo puse en práctica, en realidad nunca tuve el coraje ni la valentía. Me consumían los nervios a pesar de lo que dije antes

Creo que no soy alguien muy seguro en si mismo, por eso hago esta carta, porque creo (y sé) que puedo llegar a arruinarlo completamente si hablamos en persona.

Aunque realmente ne habías inspirado a superarme a mi mismo, a trabajar en mi persona y a intentar, (aunque realmente me faltaba valor para siquiera acercarme a hablar contigo). 

Recuerdo una de las pocas conversaciones que casualmente tuvimos. Entrada del Town Center, en el puente que lleva a la entrada de la plaza. La noche caía y el camino se iluminaba con las luces pequeñas que se encontraban en los bordes del camino.

¿Hablábamos de música? Si, de Rock en español... ¿Teen tops? ¿Enrique Guzmán? Creo recordar que me hiciste recordar una canción, "Popotitos". Me creas o no, esa conversación me hizo la noche.

He llegado a pensar mucho en ti. De manera melancólica, con una pizca de añoranza, porque ahora pienso que eres alguien extraordinaria, y espero que la persona de la cual pudiera llegar a sorprenderme y admirar, sigua así. 

En fin, al grano. 

No te conozco, no me conoces, pero, siento que te estimo mucho más de lo que me gustaría admitir. No lo supe de inmediato, pero el sentimiento aumento y no lo noté. Fue un  evento desafortunado y todas las veces que me siento solo lo recuerdo más. 

Se que es malo que alguien busque en otra persona eliminar el sentimiento de soledad, pero uno no puede evitarlo. Cuando los dias dejaron de tener luz, ese sentimiento solo creció, y se arraigo. No como tu misma te has llegado a sentir, porque sé que tuviste episodios muy fuertes y tristes. Es una fortuna que ahora puedas afrontarlos e incluso superarlos.

Solo escribi esto porque no puedo gurdarlo más. Lo siento si esta carta no te gusta, no tengo buena prosa.

Con cariño....

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