¿Resignación?

Creo que no es necesario que tenga que explicar, de nuevo, que fue lo que pasó aquel día que fuimos a ese bar clandestino ese lunes. A pesar de que es un tópico que no se cuenta mucho, a mi punto de vista no es necesario que lo vuelva a traer, no es algo que valga la pena a estas alturas del partido.

El tema es, que en ese día, me habían recordado ad nauseam que, en el caso que decidiera dar el paso, era mi deber de estar preparado mentalmente para cualquier respuesta que pudiera recibir. Y yo mismo, con el valor que da el alcohol y la ingenuidad que solo yo tengo, aseguré, y me convencí a mi mismo que no tendría problema alguno, que cualquiera que fuese la respuesta que resultara ser, sabría como aceptarlo e incluso superarlo. 

Oh, pobre de mi, que equivocado estaba.

No capté las indirectas que lanzabas. No supe como hacer una carta que valiera la pena leer. No supe como manejar mis propios sentimientos después del fiasco de las ultimas semanas del semestre pasado. 

No mereces tener que soportar lo emocionalmente inmaduro que puedo llegar a ser, lo malo que soy comunicándome con la gente y tal vez, lo mala pareja que he sido y que puedo llegar a ser. He lastimado a gente anteriormente por mis malas acciones, mis ideas erróneas acerca de lo que significa estar en una relación. 

Y tal vez eso fue lo mejor que nos pudo pasar a ambos. A lo mejor encontraste alguien que realmente valga la pena, que realmente te quiera y que puedan ayudarse a crecer mutuamente, y por mi parte, que me diera una perspectiva diferente acerca de mi mismo, de que en realidad YO soy el problema, que realmente no sé que es lo que significa ser "amigo" de alguien, y que puede que termine arruinando todo por mi falta de determinación. 

Para mi, es una idea que cada día que pasa, comienza a tener cada vez más y más sentido. Pero por mi parte, algo de mi simplemente no puede aceptarlo. No puedo llegar a dimensionar de manera adecuada, y a mediano plazo, lo que todo esto puede llegar a cambiar en mi. De manera indirecta me has abierto los ojos, me he visto a mi mismo de diferente manera, y por lo tanto, me has renovado mis ganas de cambiar.   

La vida aun continua, y por desgracia no me va a esperar para que pueda darme un respiro. Así que esto en realidad es otro de los tantos intentos para poder canalizar mis emociones, porque soy demasiado cobarde como para decirlo de frente, de manera presencial, y lo suficiente masoquista como para preferir que sigamos siendo amigos. No estoy intentando culparte de nada, en estas cartas no hay y nunca habrán culpables. No puedes controlar la manera que la gente maneja sus emociones, así que esto aplica para ambos. Yo me voy a seguir quejando y soltando lagrimas en internet. 


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