Strange days

He estado abandonando mucho a este pequeño espacio seguro en donde puedo, de alguna manera, desahogarme de todas las cosas que por una o otra razón no puedo superar, no comprendo o me generan un gran impacto emocional. Cosas que casi nunca me pasan, cosas que me obligan a salir de mi zona de confort o cosas que simplemente quiero contar pero considero que son muy extensas para solamente mandar un mensaje de texto. Además de que yo se que no pueden superar el aburrimiento que supone el no tener una entrada de quejas redactadas de mala manera y con una prosa aburrida. En fin, creo que no se pierden de muchas cosas desde mi ultima entrada que realmente fue un blog. Entré por fin a la escuela y hasta ahora todo está funcionando de buena manera. Pude notar un gran avance en el tema de flexibilidad, afortunadamente soy el único loco que cree que es buena idea entrenar para hacer los " splits" o tocar el suelo con la palma de las manos sin tener que doblar las rodillas. Ah, además d

Creo que no es necesario que tenga que explicar, de nuevo, que fue lo que pasó aquel día que fuimos a ese bar clandestino ese lunes. A pesar de que es un tópico que no se cuenta mucho, a mi punto de vista no es necesario que lo vuelva a traer, no es algo que valga la pena a estas alturas del partido. El tema es, que en ese día, me habían recordado ad nauseam  que, en el caso que decidiera dar el paso, era mi deber de estar preparado mentalmente para cualquier respuesta que pudiera recibir. Y yo mismo, con el valor que da el alcohol y la ingenuidad que solo yo tengo, aseguré, y me convencí a mi mismo que no tendría problema alguno, que cualquiera que fuese la respuesta que resultara ser, sabría como aceptarlo e incluso superarlo.  Oh, pobre de mi, que equivocado estaba. No capté las indirectas que lanzabas. No supe como hacer una carta que valiera la pena leer. No supe como manejar mis propios sentimientos después del fiasco de las ultimas semanas del semestre pasado.  No mereces tener