He visto todas las veces que lo has intentado.
He visto lo duro que te has esforzado
Lo bien que cumples con el "papel" de líder en los trabajos de la escuela.
Todas las veces que te has "estirado" para salvar esto.
Pero simplemente no funciona.
¿Quien soy yo para decirte que puedes o no puedes hacer? Pero me voy a tomar el atrevimiento de sugerirte, de la manera más comprensible que puedo pensar, que simplemente te tomes un descanso. No vale la pena siquiera el pensar acerca de esto, esto no se merece el tener que lidiar de nuevo con toda esta porquería emocional.
Por eso, no te culpo si (con justa razón) dejes de hablarme, al final puede que sea lo mejor para ambos, especialmente para ti.
Desde el fondo de mi alma y de mis vísceras, lo lamento. Lo lamento tanto, lo he arruinado todo hasta el punto que no queda nada. Y considero que mi castigo apropiado sería tu completo olvido y tu fría indiferencia.
¿Por que seguir buscando razones para llorar?
Hasta siempre.
Te quiere...
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