Por tu amor...
Los primeros días del semestre se fueron rápido. Aún recuerdo nuestra primera "interacción": el castigo por comer en la clase. Después de eso fuiste tu la que te acercaste a mi. Me preguntaste por unos apuntes de una clase que no pudiste asistir. A partir de ahí, la amistad fluyó tan fácilmente que esos últimos meses se fueron volando.
No pudiera, aunque quisiera, escoger un solo momento favorito de nuestro vinculo. Tal vez ese tramo en donde hablamos de música y me recomendaste a Vía dolorosa y a Trágico Ballet. Tal vez fueron las veces que intentamos avanzar en los trabajos en equipo en la biblioteca. O las veces que ganaste tres veces seguidas en conquián, o en resumen todas las veces que hemos ido a la ludoteca. Pero uno de los finalistas, definitivamente sería esa vez que te ayudé a buscar los libros en la biblioteca para el proyecto de Fenómenos de Transporte. Al menos para mi fue la confirmación de lo que siento.
Pero tenía miedo.
Tenia miedo de que la amistad se me fuera de las manos, que no fuera a ser lo mismo en cuanto decidiera dar el paso.
No quería que las experiencias que llegamos a compartir con los demás solo se quedaran como un recuerdo.
Aquel infame lunes ya estaba decidido a dar el siguiente paso, aunque no tenía el valor. Por eso esperé hasta el ultimo momento.
Entre todos me dijeron que podría darte una carta, y les tomé la idea.
Me gustaría entrar en detalles acerca de ese pequeño pedazo de papel:
>Está incompleto, por desgracia nunca pude hacer la carta. No pude encontrar las palabras para decirlo.
>La idea original era hacer un rollo con la carta, poner el corazón encima y que tuviera dos moños en la carta
>Me pasé como media hora pensando que podría poner en el corazón de papel hasta que ví ese libro infame de Neruda
>Los motivos de los decorados en los márgenes de la hoja fue por tu afición al teclado. Lamento no preguntar por detalles de como leías tablaturas, así que no estaba muy seguro de ponerlas.
Llegaste a mi vida cuando no estaba buscando nada. Y me sorprendió la rapidez en la cual empezamos a hacernos amigos. Tanto así, como dije, que no soy mucho de escuchar canciones que me recomiendan, o de trabajar tanto en equipo, o de hablar de cosas tan raras como películas de explotación y suspenso.
Eres mejor persona de lo que yo pudiera ser, eres una mujer muy fuerte, muy disciplinada, con una determinación tan alta que inspira a tanta gente. Eres una líder increíble y todos los trabajos en equipo que tuve la suerte de estar contigo, los disfruté. Tienes un sentido del humor fabuloso (aunque un tanto inoportuno). Eres muy talentosa, lo poco que pude oír de cuando cantaste, me dejó sorprendido.
Estoy muy feliz que realmente consideraras hablar conmigo ese día, realmente me sentía muy angustiado por la idea de arruinar algo tan lindo como nuestra amistad. Me quitaste un peso de encima en cuanto me dijiste que la carta no cambiaba nada.
Me abriste un mundo de música interesante. Me has ayudado en muchas veces, las conversaciones eran fluidas y parecía que no acabarían. Realmente te admiro y estoy muy agradecido con la vida por poder coincidir en este tiempo.
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