Shit happens
Creo que mi naturaleza es el egoísmo y las malas decisiones que parecen, ultimadamente, estar aun mas presentes en los últimos días. Por alguna razón sabia que esto pasaría, sabia que no seria capaz ya de hacer algún movimiento sin que, por desgracia todo se fuera al carajo.
Se que no es sano reprimir sentimientos pero creo que en esta situaciones, eso hubiera sido lo mejor. Y la historia hubiera terminado mucho mejor si solamente hubiera dejado mi gran bocota callada y esperar a que el sentimiento muriera. A lo mejor solamente me hubiera comprado otra cerveza y un cigarro mas, celebrando, por fin, que actualmente no pasará el frio e inclemente invierno, brindando por su felicidad, en ese caso, no alterada por mi gran pretensión y "esnobismo".
Es una lastima, cambié una sensación de incertidumbre algo mas pasajera por una tristeza segura.
Esto llego a su final, y creo que yo pude evitarlo.
Actualmente ya no hay vuelta atrás.
Apenas la conocía. Yo pude sentir la química fluir entre nosotros. No quise dar el paso porque no estaba seguro acerca de lo que sentía. Me había percibido agobiado por tantas cosas que hacer y tan cansado a la vez. Ellos me convencieron a dar el paso, aunque claro, con la advertencia de "ya es demasiado tarde".
Mis errores del pasado ya sabían identificado que, efectivamente, ya no había nada que hacer. No les hice caso en cuanto el efecto del licor seguía presente en mi ser, y realmente no parecía ser algo tan importante como yo debí de verlo.
No voy a mentir, si no hubiera sido por ese pequeño lapso de tiempo realmente ni siquiera habría considerado hacer algo. Pero mi yo ebrio, hizo sonar eso como una buena idea, algo divertido y algo que valiera la pena.
Alguien menciono la posibilidad de decirlo a través de una carta. O lo dije yo. No recuerdo (esas son las cosas que me gustan mas del exceso del alcohol. Busco algún chivo expiatorio para intentar aliviar mi culpa, pero mis recuerdos no me dejan hacerlo). No es mala idea, pensé, no tendría que ser tan complicado o rebuscado.
Y la idea permaneció en todo el día martes.
¿Algo sencillo?
¿Algo no tan rebuscado?
Tomé el camino de lo clásico: Un corazón de papel con algo escrito adentro.
Fácil.
Solo que no sabia en exactitud que debería de escribir dentro, así que busque en mi estante, con los libros que por alguna razón no había olvidado. "20 poemas de amor y una canción desesperada". "Suena interesante", me dije. Lo abrí y por algunos poemas que anteriormente marqué, recordé de manera inmediata el porque lo guardé todo este tiempo. Hablaban de, en aquel entonces, mi crush de la secundaria (que si son seguidores del blog ya conocerán) y los cuales no tuve las agallas para dedicárselos.
Los finalistas fueron los poemas numero 3, 12 y 17.
El poema 19 trajo tantos recuerdos, y creo que fue de esa pieza donde saqué mi inconfundible forma de escribir: patética, chillona y pretenciosa.
El integrante final de los poemas es, seguramente mi favorito. Es el que mas me ha acompañado a lo largo de mi vida, y, estoy seguro que lo seguirá haciendo.
En la madrugada del miércoles por fin decidí cual sería el que le provocaría la repulsión a la poesía: El numero 12. A mi parecer, es el único que no tiene vibras de acoso sexual o suenan como algo que escribirían en una noche de borrachera.
A las tres de la mañana lo transcribí, en la hoja antes doblada, con la mejor letra que pude, causa de la falta de sueño. El decorado de la carta, aunque sencillo, fue muy original, no eran las ya aburridas flores o las pretenciosas enredaderas. No voy a entrar en detalles en este punto.
Ya mucho mas tarde compré un metro de listón e intente hacer un moño sencillo para darle mas presentación a la cartita.
No voy a mentir, en todo el día estuve nervioso por una simple carta. Sé que de antemano el cigarro no hace que te calmes pero realmente lo necesitaba, el poder del placebo hizo que el ritmo cardiaco bajara y se fuera el dolor del estomago...
Y como se han dado cuenta, me encanta revivir traumas del pasado, que, de manera graciosa, han sido errores muy similares, solo que cada vez siendo mas sofisticados, mas sutiles, me atrevo a decir que en parte, me han podido ayudar a mejorar algunos de mis intereses que no son empezar a tener problemas con el consumo de alcohol o redescubrir los deliciosos placeres/placebos del tabaco.
A como van las cosas, ellos serán los que me acompañen hasta al sepulcro. Ellos no han cambiado, yo he sido el que cambie y no han expresado algún descontento.
Solo el licor. Parece no quererme, pero no me importa demasiado. Solo dejo que me transporta a ese tiempo en donde todo parece tan divertido, tan fácil, donde las ideas surgen de manera espontanea, como ratas en un cesto lleno de ropa sucia y semillas de trigo.
En este momento daría lo que fuera por tener una botella de algún destilado, y poco a poco, olvidar esta situación, que seguramente recordaré en un futuro, en cuanto el mismo destilado decida que sea buena idea encontrar la canción que describa mi situacion y todo comienze a ir cuesta abajo...
Han pasado cuatro horas desde que le entregué la carta.
No hay respuesta.
No he querido preguntarle nada.
Lo ultimo que me dijo fue "Si la voy a leer, adiós"
Creo que lo mejor que puedo hacer ahorita es abandonar todo y nunca más volver a hablar del tema.
Lo he arruinado todo.
"If I find a way, would you walk it with me?"
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